La fiebre del CO

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equipo de trabajo

Desde hace ya algunos años, la palabra coworking forma parte del vocabulario cotidiano y cada vez es más común saber de familiares o amigos que han decidido establecerse en un espacio de trabajo compartido. Y es que los números son muy atractivos. Los gastos operativos se reducen hasta en un 30% y la posibilidad de entablar relaciones profesionales aumenta. Según datos de The 2017 Global Coworking Survey, el 70% de los clientes se une con otros usuarios para dar vida a nuevos proyectos. En 2011 existían más o menos 1,100 espacios de coworking en el mundo y a finales del 2017, se acercaban ya a los 14,000. La colaboración es sin duda una tendencia que llegó para quedarse y que cada vez se diversifica más. Aquí algunos ejemplos:

COHOUSING

Vive donde quieres, como quieres y con quien quieres. Esa es la premisa de un modelo de vivienda que comenzó a gestarse en los países nórdicos a mediados de los años sesenta y que cada vez es más popular. Comunidades de individuos que se unen para compartir un espacio residencial bajo un esquema de cooperación. Cada quien tiene su casa pero conviven en áreas comunes que son responsabilidad de todos. La covivienda es popular entre adultos mayores que eligen pasar sus días acompañados. Rancho La Salud Village en Ajijic, Jalisco, es uno de los ejemplos de cohousing en México.

COOKWORKING

Espacios colaborativos en los que convergen foodies y personas que se dedican al sector gastronómico. Instalaciones completamente equipadas para recibir a cocineros y comensales y redes de networking para encontrar proveedores y socios potenciales. Es común que estos espacios también se utilicen para cursos, talleres, catas y presentaciones de productores locales.

COSEWING

El principio es más o menos el mismo que el de cookworking, solo que acá los protagonistas son sastres, costureros y cualquier persona que se interese por el diseño de ropa. Renta de máquinas de coser por hora o día, maniquís, tijeras, cintas y lo básico para confeccionar todo tipo de prendas. La mayoría de los espacios de cosewing cuenta con showrooms en donde exhiben las creaciones de sus clientes.

¿Será que la posmodernidad, con su característico individualismo, está quedándose atrás y se abre paso una nueva era marcada por la cooperación? Ese sería un gran legado de la fiebre del CO.

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